En estos tiempos donde las personas tuvieron que detener su vida en el lugar donde se encontraban, cerca o lejos de su hogar, pero sin la posibilidad de reponer absolutamente nada a su favor teniendo en cuenta que es una situación a nivel mundial y que prima el bien general, quiere decir que tus intereses particulares pasan a un segundo plano. No existe algo que puede reemplazar el bienestar de estar con los tuyos o que te permita llevar la vida como se está acostumbrado, porque si algo sabemos de nosotros como personas es que somos seres de costumbres y cambiar nuestros hábitos puede resultar muy complicado. Ahora, el reto para la humanidad es adaptarnos a esta nueva normalidad y lo que será el mundo de aquí en adelante, con la paranoia que pueda estar despertando en todos este aislamiento social y el creer que si salimos cualquier cosa nos puede afectar o infectar. De estos cambios no son ajenas las instituciones y organizaciones, como para nuestro caso, las instituciones de educación, que tempestuosamente han cambiado su forma de hacer las cosas, pero su objetivo principal sigue siendo el mismo, enseñar y formar personas íntegras, tal y como reza la misión de muchas de ellas, pero entonces, ¿qué fue lo que cambió?
Estoy acá para ayudarte…