Tecnología y adaptabilidad como factores determinantes para la permanencia de las instituciones de educación superior.
Actualmente, los mercados laborales son muy competitivos; además, la globalización y los avances tecnológicos han transformado las necesidades de las organizaciones. Por esta razón, los profesionales se ven obligados a fortalecer tanto sus habilidades como sus competencias. En este cambio, las Instituciones de Educación Superior juegan un papel importante pues deben innovar sus procesos administrativos, académicos e infraestructura, con el fin de optimizar el desempeño de sus estudiantes y prepararlos para el futuro personal y laboral. Es necesario implementar nuevos recursos educativos y fortalecer el contacto con universidades e instituciones educativas de otros países, teniendo como objetivo principal el mejoramiento de la calidad y una cobertura educativa que llegue a cualquier lugar, con apoyo de las entidades gubernamentales.